Es uno de los mecanismos de los que disponemos en la lucha contra el cambio climático, también muy válido para el objetivo de conseguir sociedades energéticamente sostenibles de cara al futuro. Todo ello de la mano del fomento y desarrollo de energías renovables y políticas de transporte que reduzcan su impacto al medio ambiente.
No implica un sacrificio en nuestro día a día ni renunciar a la calidad de vida, sino conseguir los mismos bienes y servicios energéticos de los que disfrutamos utilizando la menor cantidad de recursos posibles para ello.
Reciclar, respetar los recursos naturales, no malgastarlos, constituyen sin duda acciones que todos podemos desarrollar sin esfuerzo, y que nos garantizaran un futuro mejor, todos debemos colaborar en su sostenibilidad.
